Desde que el hombre esta caminando sobre la faz de la tierra,
tiene la intención de llevarse consigo un pedazo de la misma.
Es parte de esta fuerza fundamental dual que tiene este
mundo, de mezclar lo material y lo espiritual, lo que vemos y tocamos y lo que
sentimos.
Desde la antigüedad que mujeres y varones llevan consigo
vestiduras para protegerse del clima y del relieve geográfico, herramientas que
les permiten desenvolverse en su medioambiente, y también existen objetos a los
cuales se les confieren un valor que va mas halla de su utilidad material, que
bien, tienen, una utilidad espiritual.
Hoy les llamamos Joyas, Amuletos, Talismanes, Bijou,
Accesorios… collares o pulseritas.
Estos objetos generalmente confieren a la persona que los
porta una identidad, un brillo determinado, un amor incondicional, belleza, un
rango, un recuerdo, una energía o luz, un significado especial. Esta piezas se
encuentran en un momento particular, te las regalo alguien especial o lo
fabricaste en una situación concreta. Es un objeto intimo de arte que ofrece
una relación particular y un encuentro entre el que la usa, el espectador y la
pieza en si misma. Invita a iniciar una conversación o hacer posible un
encuentro entre seres. La persona elige como exhibirla. La obra expresa mucho
sobre el carácter y la personalidad de quien la usa, indicando además su grupo
de pertenencia, hace preguntas sobre como vivimos, sobre nosotros y sobre los
demás, sobre nuestra relación con el mundo que nos rodea.
En muchas historias de libros, en varias películas que veo
siempre hay un anillo, un colgante, un dije, una piedra.
¿Quién no tiene un anillo de la abuela? ¿Una pulsera de un
amigo? ¿Un anillo de la novia?
Los objetos pueden llevan consigo una fuerza Áurea que
todavía no comprendemos muy bien. Esa energía es la voluntad propia y personal,
un brillo y una luz especial, que puede impulsarnos a hacer una oración,
efectuar un pensamiento que nos lleva a vivir un momento importante… enfocar
luz donde hay oscuridad, darnos valor y fortaleza para tomar decisiones, para
desenvolvernos mas amorosa y fácilmente en la vida.
Es importante reconocer que es uno mismo y no el
objeto, quien a través de su pensamiento logra producir la suficiente luz como
para iluminar el entorno, tomar decisiones y concretar sus actos para que den
resultado. No hay magia más que la magia misma de la Vida. Estamos en conexión
con el universo abundante y que todo lo que queremos se nos da. Dependiendo de
la fuerza de tus intenciones y haciéndose cargo de los resultados es que vamos
caminando el camino de la vida. La calidad y alegría para transitarlo depende
de uno mismo.
Por todas estas cosas, si el anillo es de coco o de oro, da
igual… todo depende de la claridad de tu pensamiento para ver las cosas con
amor y alegría… entonces el resultado será el gozo y la felicidad.