El cuarto Chakra cardíaco se localiza a la altura del corazón. Está relacionado con la circulación de la sangre. Su color predominante es el verde. Además del corazón, está relacionado con el timo, una glándula situada en el tórax, detrás del esternón y delante del corazón. El timo cumple un papel muy importante en el sistema inmune del organismo.
La expresión del centro cardíaco en el nivel emocional se traduce en comprensión, solidaridad y una búsqueda de armonía en la vida. El verde en este plano puede expresar una menor preocupación por los asuntos personales en más de un mayor interés por lo comunitario. Un chakra sano produce una valoración de las cosas simples de la vida y la satisfacción con lo que se tiene. Las expresiones negativas llevan a ser demasiado reservado, cauto y melancólico, temeroso de participar plenamente de la vida.
Los tres primeros chakras son animales, los tres últimos son divinos, y entre los dos grupos está el cuarto, Anahata: el chakra del corazón, la flor de loto del corazón, el chakra del amor. Este es el puente. El amor es el puente entre lo animal y lo divino. Por debajo del corazón el ser humano es un animal; por encima del corazón se vuelve divino. El verdadero ser humano es el hombre que puede sentir, que puede amar, que puede rezar, llorar, reír, que puede compartir, que puede sentir compasión. La humanidad ha amanecido dentro de él, los primeros rayos del sol le han traspasado.